Cómo aplicar primeros auxilios en un ascensor

boca a boca

La seguridad es lo primero. Por ello, y aunque por suerte la mayoría de nosotros no tendrá que llevar esto a cabo, hoy vamos a darte las claves sobre qué hacer en caso de encontrarte atrapado en un ascensor con otra persona o personas y haya un herido. Antes de nada, hay que ponerse en contacto con el servicio de emergencias y hacerle partícipe de la situación.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que, sea cual sea la lesión, si el herido no está en un lugar en el que pueda sufrir más daños, no se le debe mover bajo ningún concepto, ya que esto podría causarle complicaciones graves. La cabeza debe mantenerse al mismo nivel que el tronco salvo cuando el herido tenga dificultades para respirar.

Si se producen vómitos o náuseas, hay que colocar a la persona de lado y nunca se le deben proporcionar alimentos ni bebidas (mucho menos si está inconsciente).

A continuación, vamos a contarte cómo tratar las dolencias más comunes en caso de emergencia:

 

Asfixia: qué es y cómo actuar

Puede producirse por electrocución, envenenamiento por gases, obstrucción de las vías respiratorias por cuerpos externos, estrangulación… Para evitar daños cerebrales hay que administrar respiración artificial.

El método más efectivo es el boca a boca, según el cual hay que inclinar la cabeza del herido hacia atrás para que la lengua no tapone la laringe, empujarle la frente hacia atrás y con la otra mano taparle la nariz mientras se le sopla aire a presión en la boca hasta ver llenarse el tórax. Este proceso debe repetirse 12 veces por minuto en un adulto y 20 en un niño.

Si las vías respiratorias están obstruidas debe comprobarse la posición de la cabeza del herido y ajustarla. Si aún así no se consigue despejar los conductos respiratorios del herido, habrá que colocarle de lado y golpearle entre los omóplatos para desatascar los bronquios. Una vez conseguido esto, hay que volver a practicar el boca a boca.

En caso de que éste no funcione, será necesario practicar la maniobra Heimlich: se trata de ejercer presión en el abdomen. Si la víctima está de pie o sentada, hay que ponerse detrás de ella, entrelazar las manos y situarlas entre el ombligo y la caja torácica. A continuación hay que presionar de forma brusca hacia atrás y hacia arriba. En el caso de que el paciente esté tumbado, se ejercerá presión sobre el abdomen con las manos.  Es importante evitar las costillas, ya que pueden romperse.

Una vez comenzadas las maniobras de respiración artificial, no deben interrumpirse hasta que el herido respire por sí sólo o un profesional sanitario pueda administrársela o certifique su muerte.

 

Reanimación cardio pulmonar

Se trata de reanimar a un paciente con parada cardiaca y debe realizarse un masaje cardiaco externo y combinarse con las técnicas de respiración artificial que explicábamos en párrafos anteriores.

Lo primero que hay que hacer es colocar al herido en una superficie firme, en el caso del ascensor, la única superficie posible es el suelo. El reanimador debe situar las manos sobre el esternón de la víctima y presionar repetidamente en compresiones cortas y rítmicas de un segundo (haciendo que descienda unos 5 cm). La razón de ser de esta maniobra es presionar el corazón para forzar a la sangre a salir por las arterias y, al aflojar la presión, conseguir que el corazón se expanda y vuelva a llenarse de sangre. Cada 5 golpes, debe aplicarse el boca a boca (lo ideal es que haya dos reanimadores, uno ocupándose del masaje cardiaco y el otro de la respiración artificial). Si estás sólo con el paciente, deberás aplicar 2 respiraciones cada 15 golpes.

Aunque no haya signos de vida, la maniobra debe administrada hasta que llegue ayuda médica.

Fracturas y esguinces

En estos casos lo mejor es inmovilizar la extremidad afectada. Si fuese un brazo, habría que improvisar un cabestrillo (con una bufanda, pañuelo, chaqueta…). Si es posible entablillar dicha extremidad, mejor.

Hemorragia

En caso de que alguien sufra una herida es necesario determinar la gravedad de la misma, no olvidemos que el sangrado puede provenir de varias heridas de poca importancia.

Si la hemorragia es abundante, debe aplicarse presión sobre la herida con paños o algún tipo de tela (lo ideal sería gasa estéril, pero en un ascensor, usa lo que tengas a mano) y fijar la misma atándola con un vendaje a presión media. Si el sangrado continúa, nunca debes retirar el vendaje anterior, sino poner otra capa encima. También puede presionarse la arteria lesionada sin taponar las demás (exige tener conocimiento anatómico).

En el caso de que todo lo anterior falle y la ayuda tarde en llegar, se puede proceder a la realización de un torniquete para evitar que el herido se desangre por completo. Debe realizarse en la zona de la extremidad donde sólo haya un hueso. Su aplicación es sencilla: debe rodearse el miembro con algo (un trozo de tela, un cinturón…) y ejercer presión hasta que se detenga la hemorragia. Debes tener en cuenta que esta es la última opción, ya que al cortar la circulación de una extremidad, puede producirse gangrena.

Insistimos en que lo primero que hay que hacer es ponerse en contacto con el servicio de emergencias y nunca tratar de salir del ascensor por tus propios medios. Si un vecino ofrece su ayuda desde fuera, pídele que avise al portero o a emergencias.

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