Gelmerbahn: el funicular más empinado de Europa que reta a la gravedad
En medio de los paisajes de postal de los Alpes suizos, hay una experiencia que aparte de enamorar a los amantes de la naturaleza, también fascina a ingenieros y entusiastas de la movilidad vertical: el Gelmerbahn, el funicular más empinado de Europa. Con una inclinación que alcanza los 106%, este sistema de transporte desafía las expectativas de lo que puede ser un ascensor de montaña.
Desde Inapelsa, donde cada día trabajamos para adaptar la tecnología de elevación a las necesidades de todo tipo de entornos, miramos con especial interés estos proyectos únicos que combinan diseño, innovación y respeto por el entorno natural.
En la siguiente entrada te contamos todo lo que hace tan especial al Gelmerbahn, un verdadero prodigio de la movilidad inclinada.
Un viaje de vértigo entre montañas
El Gelmerbahn se encuentra en la región de Bernese Oberland, en el cantón de Berna, Suiza. Fue construido en 1926 para facilitar el acceso de los trabajadores que construían la presa Gelmersee. Lo que comenzó como un sistema de transporte técnico se ha transformado en una de las atracciones turísticas más emocionantes de Europa.
Lo más impresionante es su pendiente máxima del 106%, lo que significa que por cada metro que avanza horizontalmente, sube 1,06 metros en vertical. Este dato lo convierte en el funicular más empinado del continente, por encima de otros tan conocidos como el de Stoos o el Niesenbahn.
¿Cómo funciona un funicular tan empinado?
Un funicular no es lo mismo que un ascensor ni que un tren convencional. Se trata de un sistema de transporte sobre raíles en el que uno o dos vagones se mueven por una pendiente inclinada mediante un sistema de cables. En el caso del Gelmerbahn, el recorrido es de unos 1.028 metros, con un desnivel de casi 450 metros entre el punto de salida (Handeck) y el destino (Gelmersee).
El trayecto se realiza en una única cabina abierta, lo que permite disfrutar de unas vistas espectaculares del valle, la presa y las montañas. La subida puede parecer intimidante, pero está diseñada con los más altos estándares de seguridad suiza, lo que garantiza una experiencia intensa… pero completamente segura.
Una experiencia que combina vértigo y belleza
Más allá de los datos técnicos, lo que hace tan especial al Gelmerbahn es la experiencia emocional. Subir por esa pendiente casi vertical con el viento en la cara y un paisaje alpino a tu alrededor es como formar parte de una película de aventuras.
No hay cabina cerrada, ni ventanas que te separen del entorno. Solo tú, la inclinación extrema y la inmensidad de los Alpes. Es una experiencia que ha sido descrita por viajeros como una mezcla entre montaña rusa, tren panorámico y paseo espiritual.
Y al llegar arriba, la recompensa es doble: el impresionante lago de Gelmersee, un embalse de aguas turquesas rodeado de montañas y la sensación de haber vivido algo realmente diferente.
Una solución de movilidad con valor añadido
El Gelmerbahn es un ejemplo claro de cómo la movilidad vertical también puede ser parte del atractivo de un lugar. Desde Inapelsa lo vemos como una inspiración: hay situaciones donde un ascensor, un salvaescaleras o un funicular además de conectar puntos físicos, conecta a las personas con su entorno de una forma más profunda.
Además, su ejemplo es valioso para reflexionar sobre el papel de los sistemas de elevación en terrenos complicados. En lugares donde construir carreteras o senderos sería inviable o invasivo, soluciones como los funiculares o ascensores inclinados ofrecen accesibilidad sin alterar el paisaje.
¿Y si hablamos de sostenibilidad?
En un contexto donde cada vez más se valoran las infraestructuras respetuosas con el medio ambiente, el Gelmerbahn también tiene mucho que decir. Su sistema funciona con energía eléctrica, no genera emisiones directas y tiene un impacto visual mínimo en el entorno, al aprovechar al máximo la pendiente natural del terreno.
Este tipo de transporte tiene un gran potencial en el desarrollo de zonas naturales y urbanas complejas, donde es fundamental combinar accesibilidad, diseño e integración ambiental.
Lo que podemos aprender desde Inapelsa
Aunque en Inapelsa no instalamos funiculares, trabajamos cada día en soluciones que como el Gelmerbahn, buscan resolver retos de accesibilidad en contextos singulares. Ya sea en edificios sin ascensor, viviendas unifamiliares o espacios con barreras arquitectónicas, creemos que siempre hay una forma de conectar personas y lugares.
El Gelmerbahn nos recuerda que la innovación en la movilidad vertical va mucho más allá de mover personas entre pisos. Es una oportunidad para repensar cómo nos relacionamos con nuestro entorno, para ofrecer nuevas formas de experimentar los espacios y despertar emociones.
¿Subirías al funicular más empinado de Europa?
La próxima vez que visites Suiza, no dejes pasar la oportunidad de probar el Gelmerbahn. Una experiencia que une ingeniería, adrenalina y belleza natural como pocas.
Y si tienes un proyecto que necesita una solución adaptada, segura y diferente, en Inapelsa estaremos encantados de acompañarte. Porque como nos enseña este funicular suizo, no hay pendiente demasiado empinada cuando tienes la tecnología y el diseño de tu lado.
No te pierdas esta entrada de nuestro blog si además quieres descubrir cómo la innovación puede mejorar la experiencia del usuario en cada trayecto.




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