Mitos y realidades sobre las puertas automáticas: lo que debes saber
Las puertas automáticas forman parte de nuestro día a día, especialmente en ascensores, accesos a edificios, comercios y garajes. Aun así, siguen rodeadas de creencias que no siempre se ajustan a la realidad.
Como especialistas en instalación, modernización y reparación de ascensores y puertas automáticas, sabemos de la importancia de una buena información para usarlas de forma segura, eficiente y sin sorpresas.
A continuación, desmontamos algunos de los mitos más comunes para que conozcas la verdad y puedas tomar decisiones con criterio.
Mito 1: Las puertas automáticas son peligrosas
Las puertas automáticas modernas incorporan sistemas de seguridad avanzados que las hacen seguras incluso en entornos de alto tránsito.
La realidad
Fotocélulas, sensores de presencia, bordes sensibles y sistemas de parada automática reducen al mínimo el riesgo de atrapamientos o accidentes. Además, cumplen con estrictas normativas europeas y nacionales que garantizan su fiabilidad.
La percepción de peligro suele venir de modelos antiguos o de puertas sin un mantenimiento adecuado. En instalaciones actualizadas y revisadas, los riesgos son muy bajos.
Por qué es importante un buen mantenimiento
Un sistema seguro lo es siempre que esté en buen estado. Revisar periódicamente el estado de sensores, guías y mecanismos de cierre es fundamental para mantener la seguridad. Un mantenimiento preventivo detecta y corrige pequeñas incidencias antes de que se conviertan en un problema.
Mito 2: Requieren mucho mantenimiento y son costosas
Las puertas automáticas no requieren un mantenimiento excesivo si se instalan correctamente y se siguen las revisiones recomendadas.
La realidad
En muchos casos, basta con una revisión trimestral o semestral para garantizar su funcionamiento óptimo.
Además, los avances tecnológicos han reducido el desgaste y mejorado la durabilidad de los componentes, lo que se traduce en menos intervenciones y mayor vida útil.
Costes a largo plazo
El mantenimiento preventivo es una inversión que evita reparaciones costosas y paradas inesperadas. Un fallo grave puede suponer no solo el coste de la reparación, sino también pérdidas por inactividad o molestias para los usuarios. Con un plan de mantenimiento adaptado, el coste anual es mucho menor que el de reparar una avería importante.
Mito 3: Todas las puertas automáticas son iguales
Las hay diseñadas para ascensores, para accesos peatonales, para garajes o para entornos industriales y cada una tiene características técnicas específicas. También varían en velocidad de apertura, resistencia, tipo de automatismo y acabados.
La realidad
No todas las puertas automáticas son iguales. En el caso de los ascensores, por ejemplo, la precisión del cierre, el aislamiento acústico y la suavidad en el movimiento son factores clave que marcan la diferencia.
Personalización y adaptabilidad
La personalización no solo es cuestión de diseño, también de funcionalidad, adaptando velocidad, fuerza y sistemas de seguridad a las necesidades reales del cliente.
Mito 4: El calor o el frío no les afecta
Las variaciones extremas de temperatura, la humedad o la exposición directa al sol pueden afectar al rendimiento de las puertas automáticas.
La realidad
En verano, el calor puede dilatar ciertos componentes, mientras que en invierno el frío extremo puede endurecer lubricantes y afectar la electrónica. En climas húmedos, la condensación puede provocar corrosión o fallos eléctricos.
Nuestras recomendaciones
Aconsejamos realizar revisiones estacionales para ajustar los mecanismos y prevenir problemas. También recomendamos instalar protecciones adicionales, como burletes o sellados, en entornos donde las puertas están expuestas a condiciones extremas. Una simple revisión antes de los meses más calurosos o fríos puede prolongar notablemente la vida útil del sistema.
Mito 5: Es mejor esperar a que se estropeen para cambiarlas
Esperar a que las puertas automáticas fallen por completo antes de sustituirlas no es lo más recomendable.
La realidad
Un fallo total no solo supone una reparación urgente y más costosa, sino que también puede poner en riesgo la seguridad y causar molestias a los usuarios.
Además, en muchos casos, las puertas que todavía funcionan pueden no cumplir con la normativa actual, lo que implica sanciones o problemas en inspecciones técnicas.
Casos en los que conviene modernizar
La modernización es una opción muy recomendable cuando:
- La puerta no cumple las normativas vigentes.
- Presenta fallos recurrentes que encarecen el mantenimiento.
- El consumo energético es elevado.
- Se busca mejorar la accesibilidad y la estética.
Modernizar no significa siempre sustituir por completo: muchas veces basta con actualizar mecanismos o sistemas de control para lograr un gran cambio en seguridad y eficiencia.
Consejos prácticos para un uso seguro y duradero
- No forzar el cierre o la apertura: deja que el sistema funcione de forma automática.
- Mantener las zonas de paso despejadas: evita objetos que interfieran con los sensores.
- Realizar limpiezas periódicas: un entorno limpio reduce el desgaste.
- Respetar la señalización: tanto los avisos temporales como las normas de uso.
- Contar con profesionales cualificados: en instalación, reparación y mantenimiento, confía siempre en empresas certificadas como Inapelsa.
En definitiva, las puertas automáticas son seguras, eficientes y versátiles, siempre que se instalen correctamente y se mantengan en buen estado. Desmontar estos mitos ayuda a usarlas con confianza y a tomar mejores decisiones sobre su mantenimiento o modernización.
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