,

El ascensor inclinado del Luxor Hotel de Las Vegas: tecnología que desafía la gravedad

En el corazón de Las Vegas se encuentra una de las joyas arquitectónicas más icónicas del Strip: el Luxor Hotel, famoso por su forma piramidal y su poderoso haz de luz que se ve desde el espacio. Pero lo que muchos no saben es que dentro de esta estructura tan singular hay un sistema de ascensores que no suben verticalmente, sino en diagonal

Sí, como lo lees: los ascensores del Luxor suben y bajan en un ángulo de 39 grados, desafiando la lógica tradicional del movimiento vertical.

En esta entrada del blog de Inapelsa, nos detenemos a analizar este sistema tan especial, cómo funciona, qué lo hace tan único y por qué representa un ejemplo fascinante de innovación aplicada a la arquitectura y a la movilidad vertical

También reflexionamos sobre su impacto en la industria, el papel que cumple en la experiencia del usuario y lo que puede inspirar en futuras soluciones de elevación.

Una pirámide y un reto de ingeniería

El Luxor Hotel & Casino, inaugurado en 1993, fue uno de los proyectos arquitectónicos más ambiciosos de Las Vegas. Inspirado en el antiguo Egipto, se diseñó como una pirámide de vidrio de 30 plantas y 106 metros de altura.

Este diseño conllevaba un reto: ¿cómo subir a las habitaciones cuando las paredes del edificio no son verticales? 

La respuesta fue revolucionaria: crear ascensores que se desplazaran en diagonal, siguiendo exactamente el ángulo de las paredes interiores de la pirámide.

Implementar este sistema supuso una colaboración intensa entre arquitectos, ingenieros estructurales y expertos en movilidad vertical. Además, implicó desafíos únicos como calcular la carga en rampas inclinadas, diseñar cabinas que se mantuvieran niveladas en todo momento y establecer protocolos de seguridad totalmente nuevos. Esta solución además de resolver una necesidad funcional, eleva la experiencia del huésped a un nivel simbólicamente «ascendente» desde su llegada al hotel.

¿Cómo funcionan estos ascensores inclinados?

Movimiento en 39 grados

A diferencia de los ascensores convencionales, que suben y bajan en línea recta, los del Luxor están montados sobre un sistema de ráiles en ángulo. Suben en líneas diagonales a 39 grados, lo que da una sensación muy diferente al usuario, similar a una combinación entre ascensor y funicular.

Este ángulo no fue elegido al azar: responde directamente a la geometría de la pirámide. Gracias a la tecnología de rieles inclinados y mecanismos de tracción adaptados, se logró un desplazamiento suave, estable y completamente seguro, incluso en momentos de alta afluencia de pasajeros.

Adaptación estructural

El interior de cada cabina está diseñado para que los pasajeros no noten la inclinación. El suelo permanece nivelado gracias a una adaptación interna, por lo que el viaje es cómodo y seguro, aunque la trayectoria sea poco convencional.

Esto se logra mediante un sistema de suspensión que compensa el ángulo y mantiene la plataforma horizontal. La sensación al interior es similar a la de un ascensor tradicional, pero la vista desde las ventanas inclinadas y el trayecto cruzando el interior hueco del edificio recuerdan constantemente que se trata de algo fuera de lo común.

Una experiencia única para los visitantes

Viajar en los ascensores del Luxor significa también una atracción turística por sí misma. Muchos visitantes los describen como una “aventura futurista” o como una “experiencia de parque temático”, por su movimiento no lineal y la sensación de estar subiendo por el interior de una enorme escultura.

Este sistema contribuye a reforzar la identidad del hotel como un lugar fuera de lo común, con una experiencia sensorial que comienza desde el momento en que accedes a tu habitación. Además, ha inspirado a otras instalaciones hoteleras y de ocio a pensar en los ascensores ya sea como medio de transporte o como extensión del concepto del espacio.

Los ascensores del Luxor han sido citados en publicaciones turísticas, blogs de arquitectura y canales de viajes como uno de los «ascensores más curiosos del mundo«. Y no es para menos: ofrecen una perspectiva única del interior de la pirámide iluminada y de su atrio, el más grande del mundo.

¿Por qué no vemos más ascensores inclinados?

Los ascensores inclinados como los del Luxor son excepcionales por varias razones:

  • Coste elevado: requieren estructuras especiales, sistemas de guía y mantenimiento más complejo.
  • Limitaciones arquitectónicas: solo se justifican en edificios con formas muy específicas como pirámides, puentes o terrenos muy inclinados.
  • Mantenimiento especializado: su mecánica y seguridad deben cumplir los mismos estándares que un ascensor vertical, pero con piezas más específicas.

Sin embargo, su uso en espacios como el funicular del Panecillo en Quito, o en instalaciones de acceso en zonas montañosas, demuestra que son una solución eficaz cuando la arquitectura lo requiere.

También están ganando atención en desarrollos urbanos donde el terreno accidentado requiere soluciones de accesibilidad innovadoras. En ciudades como Hong Kong o Medellín, se han comenzado a instalar ascensores inclinados y escaleras mecánicas al aire libre como respuesta a los retos topográficos.

¿Qué podemos aprender desde Inapelsa?

Aunque la mayoría de los ascensores que instalamos en Inapelsa son verticales y adaptados a proyectos residenciales, comerciales o industriales, el ascensor del Luxor es un excelente ejemplo de cómo la tecnología se adapta al diseño y no al revés. Una demostración de que cuando arquitectura y movilidad vertical trabajan juntas, la experiencia del usuario puede ir mucho más allá del trayecto funcional.

En Inapelsa trabajamos para crear soluciones innovadoras, personalizadas y seguras para cada cliente. Porque cada edificio tiene su personalidad y cada ascensor, su propósito.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *