La instalación de un ascensor es menos compleja de lo que parece. No obstante, existen un conjunto de requisitos y procedimientos que tienen que respetarse para poder llevarla a cabo.

Aunque cada vez son menos, todavía pueden encontrarse edificios comunitarios que no disponen de ascensor. Son los que, por norma general, tienen más de treinta y cinco años de antigüedad y acostumbran a estar habitados por una población más envejecida.

Y si hay personas que realmente necesitan beneficiarse de la accesibilidad que proporcionan los ascensores (además de aquellas con limitaciones físicas), esas son las personas mayores.

Hecha esta introducción, entremos a analizar cuáles son los pasos que debemos seguir para poner en marcha la instalación de un ascensor en nuestro edificio.

 

El proceso de instalación en las comunidades de vecinos

 

Consenso

Se entiende que el primer paso de este proceso es llegar a un acuerdo con el resto de los vecinos de nuestra comunidad. De haber unanimidad en la decisión de instalar un ascensor entre todos los propietarios, el siguiente paso lógico es trasladar esta petición al presidente de la comunidad y/o al administrador de nuestra finca.

 

La compañía

Si todas las partes están de acuerdo, lo próximo será contactar con una compañía competente y con experiencia dentro del sector del mantenimiento y la instalación de ascensores, que pueda visitar el inmueble para realizar un estudio de la complejidad y la viabilidad del proyecto. Este estudio comprende el análisis del espacio útil, las necesidades de intervención en la estructura del edificio, las barreras arquitectónicas que hay que salvar, las dimensiones que deberá tener el aparato, y un largo etcétera de factores determinantes.

 

La instalación

Una vez definido el proyecto de instalación y desarrollo, será necesario que lo presentemos en la institución municipal que corresponda dentro de nuestra ciudad. Solo así podremos obtener los permisos y licencias de obra necesarios para poder ejecutar el plan de construcción e instalación de nuestro ascensor.

Si hemos recibido luz verde, habrá llegado el momento de ponerse manos a la obra.

Seguidamente, cuando el ascensor quede instalado, es importante que dejemos constancia de esta instalación en el Registro de Aparatos Elevadores. Es de obligación que cada ascensor tenga asignado un número de identificación y registro.

 

El mantenimiento

En último lugar, y con el mismo grado de importancia, tendremos que establecer un plan de mantenimiento para el aparato a lo largo de toda su vida útil, siguiendo las pautas que marca la normativa vigente y atendiendo a las características propias del equipo.

¡Fin! Nuestro ascensor ya estará listo y nosotros, como usuarios, tendremos todas las de la ley para utilizarlo cada vez que sea necesario.

 

Desde Inapelsa, podemos ampliarte información y ofrecerte asesoramiento personalizado desde cualquiera de nuestros canales de contacto. Puedes encontrarnos en cualquiera de nuestras delegaciones físicas, por teléfono, correo, o a través de nuestras redes sociales.

¿Sabes en qué consiste exactamente la modernización de un ascensor? En este reciente artículo de nuestro blog te ponemos al día.

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