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¿Son seguros los salvaescaleras? Mitos y realidades

La accesibilidad en viviendas y espacios públicos es una prioridad cada vez más presente en nuestras ciudades. Y entre las soluciones más comunes para mejorarla están los salvaescaleras, sistemas diseñados para facilitar el movimiento de personas con movilidad reducida. Pero a pesar de su utilidad, muchas personas todavía se preguntan: ¿son realmente seguros?

En esta entrada desmentimos los mitos más frecuentes y te contamos, con ejemplos concretos, cómo funcionan los sistemas de seguridad de los salvaescaleras modernos. Porque en Inapelsa creemos que informar también es construir accesibilidad.

¿Qué es un salvaescaleras y para qué sirve?

Un salvaescaleras es un dispositivo mecánico diseñado para transportar de forma segura a una persona entre distintos niveles de un edificio o vivienda cuando hay escaleras. Pueden ser de dos tipos principales:

  • Sillas salvaescaleras, pensadas para personas que pueden trasladarse desde una silla de ruedas a un asiento fijo.
  • Plataformas salvaescaleras, que permiten subir con la silla de ruedas directamente, sin necesidad de transferencia.

Ambos sistemas son especialmente útiles en comunidades de vecinos, viviendas unifamiliares, edificios antiguos sin ascensor o espacios públicos donde no es viable instalar un elevador convencional.

Mito 1: “Los salvaescaleras no son estables y pueden volcar”

Esta es una de las ideas más extendidas, pero completamente falsa. Los salvaescaleras están diseñados con sistemas de fijación robustos, tanto en el raíl como en la estructura de la silla o plataforma. Además, los modelos modernos incorporan:

  • Cinturones de seguridad o brazos abatibles de retención.
  • Sensores de estabilidad que bloquean el funcionamiento si el usuario no está correctamente posicionado.
  • Sistemas de freno automático que actúan en caso de inclinaciones anómalas.

En otras palabras, un salvaescaleras no se pone en marcha si no es seguro hacerlo, y cuenta con mecanismos de parada inmediata en caso de detectar cualquier anomalía.

Mito 2: “Se paran si hay un corte de luz”

Este es otro miedo habitual. La realidad es que los salvaescaleras actuales incorporan baterías de respaldo, que permiten completar el recorrido, aunque se haya interrumpido el suministro eléctrico.

Gracias a estos sistemas, en caso de apagón:

  • El usuario nunca se quedará atrapado a mitad de trayecto.
  • Se garantiza una llegada segura al nivel más cercano.
  • El sistema se recarga automáticamente una vez vuelve la corriente.

Este tipo de autonomía es fundamental en viviendas donde residen personas mayores o con movilidad reducida y todos los equipos homologados deben incluirla por normativa.

Mito 3: “Son peligrosos si hay obstáculos en la escalera”

Aquí es donde la tecnología juega a favor de la seguridad. Los salvaescaleras modernos están equipados con sensores de detección de obstáculos en el recorrido. ¿Qué hacen estos sensores?

  • Detienen el movimiento del salvaescaleras si detectan algo en su camino.
  • Evitan accidentes o daños en objetos que hayan quedado en las escaleras.
  • Notifican al usuario con señales sonoras o visuales.

Esto garantiza que, incluso si se ha dejado algo en las escaleras sin querer, el sistema reaccionará de inmediato.

Mito 4: “Los salvaescaleras son frágiles y se averían fácilmente”

En realidad, los salvaescaleras están diseñados para un uso frecuente y prolongado. Los materiales utilizados son resistentes al desgaste, a las condiciones climáticas (si están en exteriores) y al peso.

Además, el mantenimiento es sencillo y se realiza periódicamente, lo que prolonga su vida útil y garantiza su funcionamiento óptimo. En Inapelsa, todos nuestros contratos de mantenimiento incluyen:

  • Revisión de sistemas de frenado.
  • Revisión de anclajes y estructura.
  • Verificación de baterías y sensores.
  • Limpieza y lubricación de mecanismos.

Sistemas de seguridad incorporados en los salvaescaleras

Para mayor tranquilidad, repasamos los elementos de seguridad más comunes que encontrarás en los salvaescaleras modernos:

  • Cinturón de seguridad (tipo arnés en algunos modelos).
  • Freno de emergencia.
  • Botón de parada manual accesible desde la silla o plataforma.
  • Sensor antiobstáculos.
  • Parada automática al finalizar el recorrido.
  • Sistema de baterías autónomo.
  • Apoyabrazos y reposapiés abatibles.
  • Inicio suave y parada progresiva (evita sacudidas).

Todo esto está pensado para que el usuario nunca se sienta en riesgo, incluso cuando utiliza el salvaescaleras sin acompañamiento.

Seguridad garantizada, siempre que apuestes por calidad

Los salvaescaleras son una solución segura, robusta y fiable, siempre que se instalen con una empresa especializada y cumpliendo la normativa vigente. En Inapelsa, además de diseñar soluciones a medida, garantizamos la máxima seguridad a través de nuestros protocolos de instalación, revisión y mantenimiento.

Romper los mitos es el primer paso para que más personas puedan beneficiarse de esta tecnología. Porque la accesibilidad empieza por sentirse seguro.

¿Tienes dudas sobre qué tipo de salvaescaleras se adapta a tu espacio?

Hablemos. En Inapelsa te asesoramos desde el primer paso.

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