¿Mantenimiento correctivo o preventivo?

Más vale prevenir que curar, ¡incluso cuando se trata de nuestro ascensor!

Estas sabias palabras del refranero español nos ayudan a entender fácilmente cuáles son las diferencias entre un tipo de mantenimiento y otro. Porque, si bien es cierto que cualquier ascensor puede averiarse en algún momento de su vida útil, no es lo mismo que lo haga una vez al año que 5.

El mantenimiento preventivo es el que se realiza con cierta periodicidad para asegurar que todo marcha como es debido y evitar posibles desperfectos o averías a futuro, mientras que el correctivo es el que, por petición directa del usuario, se lleva a cabo para abordar problemas de funcionamiento de mayor envergadura, que podrían incluso haber dejado fuera de servicio al aparato.

 

¿Para qué sirve cada uno?

A excepción de casos puntuales, el mantenimiento preventivo suele hacerse una vez cada 3 meses en la gran mayoría de ascensores. Este es el tipo de mantenimiento regular que por normativa deberíamos tener contratado con una compañía del sector para cualquier equipo de elevación estándar.

Con estos controles lo que intentamos es adelantarnos a posibles anomalías ocasionadas por el paso del tiempo y el propio desgaste normal de los componentes del equipo. No obstante, si durante la inspección se detectaran anomalías leves, lo más común es que estas sean subsanadas simplemente con la reparación o sustitución de las piezas necesarias.

En Inapelsa, por ejemplo, disponemos de un gran stock de repuestos originales y homologados, tanto para los equipos que nosotros mismos fabricamos e instalamos, como para los de otras muchas marcas del sector; una ventaja que además nos permite agilizar al máximo los tiempos de respuesta en nuestras intervenciones.

 

¿Qué partes del ascensor se someten a inspección en los controles preventivos?

Las ascensores se dividen en modalidades muy variadas. Cada una, por supuesto, tiene unas necesidades diferentes.

Partiendo de aquí, es bueno saber que en cualquier control de mantenimiento se supervisan rigurosamente aspectos como: la apertura y cierre de puertas, el sistema de amortiguación y detención de caídas, lubricación y conservación de las piezas, estado de las baterías y, finalmente, limpieza de la instalación (incluido el foso).

 

 

Para recapitular e ir concluyendo: por medio de estas inspecciones podemos llegar a prevenir averías complejas a largo plazo, que no solo podrían venir acompañadas de prolongados periodos de inactividad para el aparato, sino también de gastos de reparación bastante más costosos.

 

Desde Inapelsa, ponemos al servicio de nuestros clientes todo nuestro talento y experiencia dentro del sector a través de tres programas de mantenimiento: Complet, Premium y Excellent Plus. ¡Ponte en contacto con nosotros y pide presupuesto sin ningún compromiso!

 

Hay ascensores veloces y otros que no lo son tanto… Ambos son útiles, aunque no para lo mismo. ¡Échale un ojo a esta última entrada de nuestro blog para saber de qué hablamos!

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