¿Cuál es la vida útil de un ascensor?

Sabemos que una persona vive de media unos 70 años y que los perros o los gatos pueden darnos cariño y compañía alrededor de unos 15. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál es la esperanza de vida de un ascensor? Puede que ahora mismo pienses que no es importante. Y también puede que hayas cambiado de opinión al terminar de leer esta entrada.

Que nuestro ascensor siga prestándonos servicio durante más o menos años dependerá directamente de la frecuencia de uso y de lo bien o no tan bien que lo tratemos. Y aunque te parezca una locura, hay mucho que hombres y máquinas tienen en común. Porque un ascensor, como nuestro cuerpo, puede llevarnos muy lejos y llegar a ser una herramienta longeva si revisamos periódicamente su salud y la usamos con cabeza.

No todos los ascensores están en igualdad de condiciones

Con esto en mente, se estima que la vida útil de un ascensor puede extenderse hasta los 25 o 30 años. Pero su buena conservación y mantenimiento desempeñarán un papel muy importante dentro de ese pronóstico. De igual modo, debe prestarse atención a una serie de factores condicionantes para calcular el tiempo que un ascensor será operativo y funcional:

  • Un ascensor instalado en exteriores, al contrario que uno interior, estará expuesto directamente a distintas condiciones meteorológicas, no siempre favorables. La humedad, el frío o el calor extremos pueden hacer que sus materiales se deterioren a mayor velocidad.
  • Un ascensor destinado a uso público funcionará con mucha más regularidad que uno al que se le dé un uso puntual o menos frecuente. Por ejemplo, al ascensor de un centro comercial habrá que hacerle revisiones con mayor periodicidad que a uno instalado en una comunidad de vecinos porque, como es lógico, a mayor uso, mayor desgaste de sus componentes.
  • Tampoco dará igual si el ascensor ha sido diseñado para transportar personas únicamente o grandes cargas, como mercancías voluminosas y muy pesadas.
  • Como adelantábamos al principio del blog, para que nuestro ascensor no nos abandone de forma prematura, también será necesario que lo cuidemos bien, que sigamos las indicaciones de uso y que cumplamos rigurosamente con los controles de calidad y las revisiones que el fabricante nos aconseja hacer.

¿Sustitución o reforma?

Pero aunque durante esos 25 o 30 años nuestro comportamiento sea ejemplar y lo cuidemos de manera admirable, sería poco realista pretender que siguiera funcionando como el primer día durante mucho más tiempo.

Aquí es donde debe analizarse con detenimiento si conviene sustituir por completo nuestro equipo por uno nuevo o llevar a cabo una modernización del mismo, reemplazando herramientas, piezas y componentes por otros nuevos de última generación. Esta última opción, en aquellos ascensores que han llegado al final de sus vidas bien conservados y sin mayores perjuicios, suele ser más rápida, mucho más económica y mucho más sostenible.

Si te interesa la sostenibilidad y quieres saber cómo podemos contribuir al ahorro de energía a través de los ascensores, pásate por esta entrada de nuestro blog.

¡Y recuerda que en Inapelsa estamos siempre dispuestos a atender cualquiera de tus consultas!

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