El calor de este verano no está pasando desapercibido, ni siquiera para los ascensores. Un sol rabioso ha mantenido nuestros termómetros por encima de los 35 grados prácticamente desde que empezara el periodo estival del presente año.

Y no hace falta decir que el calor nos resta energía, nos vuelve irritables y afecta negativamente a nuestra disposición para trabajar y hacer cosas.

Algo parecido ocurre con los ascensores, porque las máquinas también sufren el lado menos divertido del verano y se quejan mucho menos que nosotros.

En la entrada de hoy analizamos cómo afectan las altas temperaturas a los ascensores, y te damos algunos consejos para que puedas prevenir daños y mantener a punto la maquinaria de tu equipo durante los meses más calurosos del año.

 

Los inconvenientes del verano

El verano dispara los termómetros en nuestro país, no es una sorpresa. Pero no es el calor el único enemigo de los ascensores. Otros fenómenos atmosféricos propios de esta estación, como las tormentas y las lluvias ocasionales, los cambios drásticos de temperatura o la humedad, también pueden interferir en el correcto funcionamiento de un ascensor, en la medida en que pueden producirse interrupciones en el suministro eléctrico o fallos técnicos y averías en el aparato.

¿Cómo podemos evitarlo? Sencillo, realizando controles preventivos y, por supuesto, llevando al día las revisiones periódicas de mantenimiento durante el resto del año.

En los meses en los que más aprieta el calor, como julio y agosto, será necesario supervisar que todo está en orden en el cuarto de máquinas del ascensor, y lo que es igual o más importante aún, controlar que la temperatura en este espacio no sobrepase los 32ºC. Del mismo modo, el nivel de humedad dentro del habitáculo no debería ser superior a un 85%.

Si hablamos de ascensores hidráulicos, por ejemplo, es importante prestar atención a la calidad y la consistencia del aceite. Las válvulas de control electrónico son las encargadas de controlar el flujo de aceite necesario para que el ascensor opere con normalidad. El calor hará que el aceite no sea tan denso y esto podría afectar a la velocidad y la calidad del desplazamiento de la cabina.

Por otro lado, será conveniente también velar por un correcto mantenimiento del estado del foso, ya que, a causa de la lluvia, podrían producirse filtraciones en el hueco del ascensor.

Por su parte, la humedad puede provocar oxidaciones y deterioros en la estructura y los componentes del aparato.

 

¿Qué ascensores están más expuestos?

Los ascensores exteriores, cuyo emplazamiento se realiza anexo a la fachada o partes externas de un edificio, son, como es lógico, los más vulnerables al recalentamiento. El cristal, a menudo, predomina entre sus componentes y se trata de un material que retiene altos niveles de calor.

Los paneles sándwich están especialmente diseñados para proporcionar aislamiento térmico (y también acústico). Se trata de una solución muy práctica en estos casos porque con ellos conseguimos reducir el almacenamiento de calor dentro de la cabina, haciendo más cómoda la experiencia de los usuarios al viajar y protegiendo al equipo de fenómenos meteorológicos adversos.

 

En conclusión, es muy recomendable que los ascensores sean sometidos a inspección antes y después de aquellas estaciones en las que alcanzamos temperaturas extremas, como pueden ser el invierno o, en este caso, el verano.

En Inapelsa te proporcionamos asesoramiento y servicio técnico de máxima calidad todos los días del año. Si tienes cualquier consulta o necesitas que enviemos personal cualificado allí donde tu estás, ponte en contacto con nosotros por teléfono, correo o presencialmente en cualquiera de nuestras delegaciones.

Esperamos que, estés donde estés, hayas tenido o tengas pronto oportunidad de descansar y de divertirte este verano.

¿Qué es el cuarto de máquinas de un ascensor y dónde se encuentra? Te damos todos los detalles aquí.

En apariencia, el funcionamiento y el mecanismo de un ascensor es sencillo y no presenta grandes complicaciones. Pero, lejos de lo que pueda parecer a simple vista, un equipo de elevación está compuesto por maquinarias con todo tipo de piezas y componentes complejos y de lo más sofisticados.

Si estás familiarizado con el mundo del ascensor (lo damos por sentado), es muy posible que hayas oído hablar de los “cuartos de máquinas”.

En la actualidad, los cuartos de máquinas son más comunes en ascensores de edificios antiguos. Que la instalación de un ascensor contemple o no la inclusión de un cuarto de máquinas hoy día dependerá de una gran variedad de factores condicionantes. Entre ellos, por ejemplo, el presupuesto que estemos barajando, las características del inmueble en el que se vaya a instalar el ascensor y el tipo de uso y finalidad que vayamos a dar al aparato.

¿Qué es exactamente el cuarto de máquinas?

No necesitamos ser expertos o dedicarnos al mantenimiento de equipos de elevación para encontrar una respuesta. Un cuarto de máquinas es, como su propio nombre indica, un habitáculo o espacio que alberga la maquinaria y el equipo de herramientas necesario para que un ascensor pueda funcionar.

Como ya hemos analizado en otras entradas del blog, la mayoría de ascensores pueden englobarse dentro de dos categorías: hidráulicos y eléctricos.

Por norma general, el cuarto de máquinas de ambos modelos contiene una serie de elementos comunes, como son el cuadro de maniobra, la rejilla de ventilación, las protecciones eléctricas y las luces, tanto del propio cuarto, como del hueco de la instalación.

Además de todo esto, también existen componentes exclusivos para cada tipología de ascensor:

En el caso de los hidráulicos, en el cuarto de máquinas encontraremos una central compuesta principalmente por bombas, válvulas, un depósito de aceite y un motor.

Por su parte, el cuarto de los ascensores eléctricos cuenta con un soporte donde se coloca el equipo, el limitador de velocidad y la máquina de tracción.

En último lugar, y sin ser por ello menos importante, es interesante saber que el cuarto de máquinas también es hogar de los equipos y utensilios necesarios para llevar a cabo un rescate cuando tiene lugar un accidente por atrapamiento.

¿Y dónde se encuentra?  

Para hablar de la ubicación del cuarto de máquinas, de nuevo debemos diferenciar entre equipos hidráulicos o eléctricos.

Lo más común en los modelos eléctricos es que el cuarto esté localizado en la parte superior del hueco del ascensor, aunque no es raro encontrarlo también en la parte más inferior.

En los hidráulicos, podemos encontrarlo en cualquiera de las plantas del edificio y, preferiblemente, estará contiguo al hueco del ascensor.

En torno a cada comunidad de vecinos, cliente o usuario particular encontraremos circunstancias y necesidades diferentes, que serán determinantes a la hora de seleccionar un tipo de elevación u otro, con o sin cuarto de máquinas.

Como siempre en estos casos, lo mejor es dejarse aconsejar por un equipo de técnicos cualificados. En Inapelsa te ofrecemos nuestro asesoramiento más profesional y personalizado y te esperamos en cualquiera de nuestras delegaciones.

¿Sabes qué es un Organismo de Control Autorizado? ¡Pásate por este artículo y averígualo!

O.C.A. son las siglas correspondientes a Organismos de Control Autorizados. Estos organismos desempeñan un rol esencial para la seguridad de las personas, pues su labor principal es someter a inspección técnica todo tipo de productos, equipos, instalaciones y procesos de carácter industrial.

Entre estos se encuentran, naturalmente, los ascensores.

La OCA nada tiene que ver con las revisiones periódicas y el mantenimiento rutinario que realiza cualquier compañía de ascensores. Esta inspección es obligatoria para absolutamente todos los equipos de elevación. Sin el correspondiente aprobado después del examen, el ascensor puede no ser un medio seguro, y los propietarios podrían estar enfrentándose a múltiples sanciones económicas, administrativas y penales si decidieran seguir utilizándolo sin realizar las reparaciones que aconseja el organismo.

Para simplificarlo un poco, podríamos formular el siguiente paralelismo: la OCA es para los ascensores lo que la ITV para los coches; un reconocimiento exhaustivo para un medio de transporte de uso cotidiano. Profundicemos en la cuestión.

 

¿Con qué frecuencia se lleva a cabo la inspección?

Esta inspección técnica obligatoria no tiene la misma periodicidad para todos los equipos. De acuerdo con el Reglamento de Aparatos de Elevación y Manutención del Real Decreto 2291/1985, y con la Instrucción Técnica complementaria AEM 1 “Ascensores” del Real Decreto 88/2013, deben someterse a ella cada:

  • 2 años  los ascensores de edificios industriales o de gran afluencia de personas
  • 4 años  los ascensores de comunidades de vecinos con más de 20 viviendas o más de 4 plantas
  • 6 años para el resto de los ascensores

 

Será el propietario o la comunidad de propietarios quienes se encarguen de solicitar que se lleve a cabo esta inspección para poder cumplir así con lo que dispone la normativa, contratando los servicios del Organismo de Control Autorizado que crean conveniente. Asimismo, tras la evaluación, también serán el o los propietarios los que, con la asistencia de su compañía mantenedora, se aseguren de realizar las modificaciones o reparaciones necesarias para el equipo si procede.

 

¿Cuáles son los posibles resultados?

Hay tres posibles escenarios después de la revisión:

Favorable
El equipo supera con éxito la revisión y recibe una pegatina verde. Esto indica que la instalación funciona correctamente aun con defectos leves que deben corregirse, pero que no comprometen la seguridad de los pasajeros.

 

Desfavorable con defectos graves
En este supuesto, el organismo hará entrega de una pegatina de color naranja y dará un plazo de 6 meses para que las anomalías que se han detectado durante la evaluación queden subsanadas. De no ser así, el ascensor tendrá que quedar fuera de servicio.

 

Desfavorable con defectos muy graves
De presentar defectos muy graves, el organismo entregará una pegatina de color rojo y dejará inhabilitado el equipo hasta que se realicen todas las reparaciones necesarias.

 

Independientemente de si la resolución es desfavorable con defectos graves o desfavorable con defectos muy graves, una nueva inspección del equipo será necesaria cuando queden corregidos todos los desperfectos.

 

Como siempre, desde Inapelsa recordamos la importancia de someter nuestros equipos de elevación a esta y tantas revisiones como sean necesarias y recomienden las compañías mantenedoras y la normativa en vigor.

Si necesitas hablar con nosotros para resolver dudas o para que te ampliemos información sobre esta u otras cuestiones, no dudes en llamarnos a cualquiera de nuestras delegaciones o escribirnos por correo. Nos encantará ayudarte.

 

¿Cómo de útil te resulta el espejo dentro de los ascensores? Sin que lo sepas, este elemento juega un papel crucial en tu bienestar cada vez que viajas a bordo de un ascensor. ¡Pásate por esta entrada de nuestro blog para saber de qué hablamos!

La mayoría de ascensores diseñados para el transporte de pasajeros tienen un espejo incorporado en la cabina.

De acuerdo, sabemos que lo sabes, pero… ¿alguna vez te has preguntado qué función cumplen exactamente y cuándo se convirtieron en un elemento tan imprescindible para este medio de transporte?

Vamos a darte 3 contundentes razones para que dejes de pensar que el espejo del ascensor solo está ahí para proyectar tu hermoso reflejo. 😉

En la actualidad, instalar espejos dentro de las cabinas de ascensor se ha vuelto casi una necesidad para nosotros. Y tiene su explicación, porque el fin último es preservar el bienestar físico y emocional de los pasajeros.

Ascensor y espejo han ido de la mano prácticamente desde que este invento se transformó en una herramienta de transporte globalizada.

 

Crean mayor sensación de espacio

Algunas personas son especialmente temerosas de los espacios cerrados. No es extraño entonces que alguien que sufra claustrofobia con facilidad pueda sentirse incómodo a bordo de un ascensor. Las causas son diversas: limitación de espacio, falta de oxígeno e incapacidad de ver lo que hay tras las puertas. El espejo contribuye a crear en los pasajeros una mayor sensación de amplitud, algo que puede aliviar considerablemente el nerviosismo y la inquietud por estar encerrado.

 

Nos distrae durante el viaje

Aunque los viajes en ascensor consumen solo unos cuantos segundos de nuestro día, a menudo sentimos que es mucho el tiempo que invertimos subidos a ellos. El espejo puede proporcionarnos distracción y sernos muy útil para, por ejemplo: tomarnos un selfi (¡cómo no!), comprobar que tenemos buen aspecto al salir de casa con prisas, o mirar a las personas que viajan con nosotros (siempre con discreción, por supuesto).

 

Seguridad y accesibilidad

Los espejos, además, se han convertido en una herramienta indispensable para poder garantizar la seguridad durante los viajes en este medio de transporte. Gracias a ellos, es posible prevenir robos o agresiones, ya que es más fácil controlar los movimientos de los demás en el reflejo.

Resultan igual de útiles cuando hablamos de accesibilidad. Muchas personas en silla de ruedas encuentran más sencillo desplazarse y maniobrar dentro de la cabina con la ayuda del espejo.

 

Cuán cierto es que todo tiene una razón de ser en la vida, ¿no crees?  Y en esta ocasión ya hemos visto que existen hasta 3.

Y a ti, ¿se te ocurre alguna otra forma de dar utilidad a los espejos de los ascensores? ¿De qué manera son útiles para ti en tu día a día?

Déjanos tus dudas, opiniones o sugerencias en la sección de comentarios, o contáctanos por teléfono o correo electrónico si prefieres hablar directamente con nosotros.

¿Está el ascensor de tu comunidad bajado a cota cero? Si no te queda claro de qué estamos hablando, te invitamos a echar un vistazo a esta reciente entrada de nuestro blog. Estamos seguros de que despejará todas tus dudas.

«A cota cero», «a pie de calle», o «a ras de suelo» son expresiones que comparten un mismo significado y que seguro que has llegado a utilizar en algún que otro momento. ¿Serías capaz de aportar una definición?

Cuando se habla de bajar un ascensor a cota cero, se habla de efectuar las obras e intervenciones necesarias en un edificio para que la entrada del ascensor esté al mismo nivel que la vía pública. Todo parece razonable hasta aquí, ¿cierto?

Ahora bien, resulta bastante más común de lo que parece acceder al vestíbulo de algún edificio público o al portal de cualquier bloque de viviendas y, casi por obligación, tener que subir un pequeño tramo de escaleras antes de poder alcanzar el ascensor.

Por detalles como estos, nos damos cuenta de que la mera presencia de un ascensor no garantiza al cien por cien la accesibilidad de un edificio. Porque, dos o tres escalones no implican un gran esfuerzo físico para la mayoría de nosotros, pero sí para las personas mayores o para aquellas con movilidad reducida. Sin mencionar a las que necesitan desplazarse con silla de ruedas o por medio de otros tipos de ayuda técnica para la movilidad.

Así que, un inmueble no podrá ser completamente accesible si su ascensor no está instalado a cota cero; una desventaja que los residentes que no tengan total autonomía de movimiento advertirán como una barrera arquitectónica en toda regla.

 

¿Es obligatorio bajar a cota cero el ascensor?

Desde diciembre del año 2017, la ley de Propiedad Horizontal es clara sobre la obligatoriedad de acondicionar los edificios, para que tanto personas discapacitadas como personas mayores de 70 años puedan acceder a sus viviendas sin tener que hacer frente a ningún obstáculo.

¿Qué ocurre entonces con los edificios que tengan un ascensor al que no se pueda acceder directamente desde el nivel de la puerta de la calle? ¿Es obligatorio bajarlo a cota cero?

, por insignificante que sea el desnivel existente entre la entrada del edificio y la puerta del ascensor, será necesario llevar a cabo una reforma de la instalación para que el inmueble ofrezca una accesibilidad plena a sus ocupantes, y para que pueda cumplirse lo que dispone la normativa.

¿Cuáles son las alternativas?

Una bajada a cota cero es, casi en todos los casos, la solución más práctica y efectiva. Sin embargo, puede llegar ser costosa a nivel económico y de infraestructura. Por su antigüedad y características, no todos los edificios pueden prestarse fácilmente a este tipo de remodelaciones. Y no siempre todos los miembros de la comunidad disponen de los medios necesarios para costear la obra.

Frente a estas situaciones, las rampas, sillas o plataformas salvaescaleras pueden llegar a ser un recurso muy socorrido, de menor envergadura y menor coste económico.

 

En Inapelsa, entendemos la accesibilidad como el derecho humano fundamental a acceder a cualquier experiencia vital. Por eso nuestro trabajo se centra en ofrecer soluciones que mejoren la calidad de vida de las personas, facilitando su desplazamiento por la ciudad y también su acceso a edificios y viviendas.

 

Estamos disponibles para atender cualquier consulta o petición mediante correo electrónico o por teléfono, y también en persona en cualquiera de nuestras delegaciones.

¿Sabías que una nivelación imprecisa en los ascensores puede dificultar la entrada y la salida de la cabina e incluso constituir una barrera de accesibilidad? Te damos todos los detalles en esta entrada del blog.

En el corazón de Manhattan, un nuevo rascacielos se ha incorporado al impresionante y siempre cambiante horizonte de la ciudad de Nueva York.

Se llama One Vanderbilt, mide 426 metros de alto y fue inaugurado el 14 de septiembre de 2020.

Pero acabemos con los preámbulos; si por algo nos resulta especialmente interesante este mastodóntico edificio es porque entre sus plantas 57 y 59 se encuentra el que ahora es el mirador exterior más alto del centro de Nueva York, que recibe el nombre de Summit (cima).

Y hay más. Del suelo lo separan 368 metros, que pueden recorrerse cómodamente a bordo de uno de sus espectaculares ascensores panorámicos acristalados. Esta atracción tiene por nombre Ascent (ascensión).

Desafiando a la gravedad

Ascent escala estos casi 400 metros en tan solo 40 segundos y proyecta un juego de luces durante el recorrido para hacer aún más emocionante la experiencia.

El Central Park, la Gran Manzana, el Empire State o el edificio Chrysler son algunos de los principales atractivos neoyorquinos que pueden contemplarse durante este sobrecogedor viaje en ascensor.

¡Solo ver este vídeo grabado desde el interior de una de las cabinas ya causa vértigo!

 

Pero las emociones fuertes no terminan aquí. Porque además de Ascent, el One Vanderbilt acoge otra gran atracción no apta para cardíacos.

Su nombre es Levitation (levitación) y, en pocas palabras, está compuesta por grandes estructuras cúbicas de cristal anexas al exterior del edificio, que producen en los visitantes la sensación de estar completamente suspendido en el aire al caminar sobre sus suelos transparentes.

Una vez más comprobamos cómo la utilidad de los ascensores va mucho más allá de la accesibilidad. Gracias a ellos, tenemos la oportunidad de experimentar sensaciones y de vivir experiencias tan asombrosas como las que ofrecen los ascensores de este moderno edificio en Nueva York.

A nosotros nos encantaría visitarlo, ¿y a ti?

En Inapelsa también sabemos mucho sobre ascensores panorámicos: diseñamos y fabricamos ascensores con acabados en cristal a gusto de cada cliente, utilizando los materiales más elegantes y resistentes.

Contacta con nosotros en cualquier de nuestras delegaciones y cuéntanos tu proyecto.

¿Alguna vez has detectado desniveles al entrar o salir de un ascensor? En esta entrada de nuestro blog te hablamos sobre los problemas de nivelación de las cabinas.

La segunda causa más frecuente de los accidentes en ascensor está relacionada con el embarque y desembarque de los pasajeros. Así lo demuestra un estudio que la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA) llevó a cabo con datos del año 2020. La primera posición la ocupan los accidentes por atrapamiento y la tercera los de paradas entre desembarques.

Cuesta creerlo, pero entrar y salir de un ascensor puede albergar pequeños peligros de los que quizás nunca nos hayamos percatado.

¿Cuál es el motivo? Una nivelación deficiente de la cabina con la planta al comienzo o término de cualquier trayecto, ya sea de subida o bajada.

Con todo, FEEDA también informó de un descenso del 14 % frente a 2019 en el número de accidentes que tuvieron lugar por esta razón, con un total de 278.

Una cifra que, contrastada con los cientos de desplazamientos diarios que realizan estos aparatos y los miles de usuarios que suben y bajan del mismo cada día, resulta, cuando menos, insignificante.

Así que no hay por qué temer, únicamente debemos tener un poco de precaución y asegurarnos en todo momento de que el mantenimiento de nuestro equipo está en regla.

 

Una muy pequeña barrera de accesibilidad

La normativa en vigor establece que todos los ascensores deben aterrizar a ras de suelo y que, de producirse un desnivel, este no podrá exceder los 10 milímetros (1 cm) en ninguna circunstancia.

Es posible que para la mayoría, un escalón de unos cuantos milímetros nos resulte inofensivo y casi imperceptible, pero se trata de un desnivel lo suficientemente grande como para ocasionar dificultades de desplazamiento a cualquier persona con movilidad reducida, tales como usuarios de silla de ruedas u otras personas que necesiten de algún punto de apoyo para moverse (bastones, andadores, muletas, etc.).

 

 

¿Por qué ocurre?

Cuando la nivelación no es todo lo precisa que debiera ser, uno o varios factores en el funcionamiento del ascensor podrían estar entrando en juego:

  • Una carga que sobrepase la capacidad de la cabina y que haga que esta ceda
  • La antigüedad o el desgaste de los componentes del equipo, como las piezas que intervienen en el frenado
  • En los ascensores hidráulicos, cambios en la consistencia o calidad de los fluidos que lubrican los mecanismos

 

De un modo u otro, lo más recomendable en estos casos siempre será dar parte a la compañía mantenedora y permitir que sean los técnicos quienes valoren el problema y nos indiquen cómo proceder. Puede que el equipo simplemente necesite una puesta a punto.

Quedémonos con esto: cuanto antes abordemos cualquier problema con nuestro ascensor, menores serán los riesgos de sufrir algún percance.

 

Como compañía experta en el mantenimiento multimarca, Inapelsa se encarga de resolver esta y otras muchas incidencias técnicas en todo tipo de aparatos de elevación.

Si crees que la nivelación de tu ascensor está fallando y que alguno de tus vecinos puede tener problemas para entrar y salir de la cabina, ponte en contacto con nosotros y nos encargaremos de realizar los controles convenientes para tu equipo.

 

Quédate un rato más en nuestro blog, aún tenemos muchas más cosas interesantes que contarte.

¿Cuánto sabes sobre la historia de los ascensores? ¡Compruébalo aquí!

La necesidad de desplazarse y de transportar mercancías de un lugar a otro es tan propia del ser humano como su capacidad de andar sobre dos pies.

A lo largo de nuestra evolución y de las diferentes etapas de la historia, hemos conseguido dar respuesta a esta necesidad agudizando nuestro ingenio y valiéndonos de los recursos que teníamos a nuestro alcance en cada momento.

El ascensor, como sistema de elevación y carga, ha sido perfeccionado una y otra vez desde sus más remotos orígenes hasta el tiempo presente, dejando de ser una herramienta primitiva y rudimentaria para convertirse en el sofisticado y confiable medio de transporte que conocemos hoy.

¡Acompáñanos en este repaso cronológico a la vida del ascensor!

 

Un invento aún sin nombre

Para entender el largo camino que hemos recorrido, primero debemos remontarnos al Antiguo Egipto, en el que los primeros mecanismos de elevación estaban compuestos por rampas y cuerdas principalmente, que los egipcios empleaban para cargar piedras y otros materiales durante la construcción de sus pirámides.

Saltando adelante en el tiempo hacia el periodo helenístico, el erudito Arquímedes ideó un elevador que se accionaba mediante cuerdas y poleas, y que se impulsaba con la fuerza de los hombres. En ellos se encontró una herramienta muy útil de carga y descarga para los espectáculos del circo romano. Tanto gladiadores como bestias eran transportados en estos elevadores antes de los enfrentamientos en la arena del coliseo.

Con la Edad Contemporánea llegaron las máquinas a vapor, que revolucionarían el trabajo en las fábricas y también los sistemas de elevación.

Al mismo tiempo, se comprobó que la fuerza del agua era capaz de mover cargas de gran tonelaje, por lo que no es extraño que esta ventaja también se pusiera al servicio de los ascensores.

William Thompson, físico e ingeniero británico, dio a luz al primer ascensor hidráulico de la historia en 1845, cuya fuente de energía era, como bien se deduce, la presión del agua. Los ascensores hidráulicos fueron sustituyendo paulatinamente a los ascensores accionados por mecanismos a vapor.

 

El primero de todos

En 1854, de la mano del estadounidense Elisha Graves Otis, nació por fin el concepto de ascensor de la era moderna.

Fue durante la Exposición del Palacio de Cristal de Nueva York de ese año cuando Otis le presentó al mundo su reinvención de este, ya, histórico artilugio: un modelo de ascensor lo suficientemente seguro como para que cualquier persona pudieran viajar en él sin sufrir ningún percance.

Lo consiguió mediante la integración de un sistema de seguridad con piezas dentadas en los raíles de la estructura, que en caso de que los mecanismos de sujeción de la cabina fallasen, pudiera frenar eficazmente la caída.

Tal era su convicción en la seguridad del aparato que, durante la presentación, llevó a cabo una demostración que concluyó con orgullo al grito de «a salvo, caballeros».

Décadas más tarde, el alemán Werner von Siemens incorporaría la electricidad por primera vez a los ascensores en 1880.

Hoy, tras siglos y siglos de modernización, diferenciamos dos grandes tipos de ascensores para el transporte de personas: los hidráulicos y los electromecánicos. Te invitamos a echarle un ojo a esta entrada de nuestro blog para conocer a fondo las características de cada uno.

Como el ascensor a través de los tiempos, en Inapelsa también nos mantenemos en constante evolución, desarrollando nuevas técnicas y tecnologías que nos permitan innovar en nuestros productos y continuar progresando en la atención que ofrecemos a nuestros clientes.

Estamos esperándote en cualquiera de nuestras delegaciones.

¡Hasta la próxima!

Toda precaución es poca cuando subimos a algún vehículo, incluso si este es un ascensor.

Y como bien sabrás llegado a este punto si sigues de cerca nuestro blog, los ascensores son el medio de transporte más seguro del mundo junto a los aviones.

A ello se suma el hecho de que prácticamente todos tengamos hoy un teléfono móvil con acceso a internet, lo que hace que sea muy improbable o, casi imposible, que nos quedemos incomunicados ante cualquier desventura a bordo de un ascensor.

Entonces, si todo parece estar a nuestro favor, ¿realmente es necesario que los ascensores dispongan de una línea telefónica para las emergencias?

La respuesta es afirmativa.

Por ley, desde el 1 de agosto de 1998 todos los ascensores deben estar equipados con un teléfono de asistencia para que, en caso de que se produzca un accidente o avería, el usuario pueda ponerse en contacto directamente con la empresa mantenedora.

Imagina que por cualquier motivo no llevásemos móvil encima, o que, en caso de llevarlo, no tuviéramos cobertura o conexión a internet en ese momento; el único recurso a nuestro alcance entonces sería gritar «socorro» hasta que alguien nos escuchase.

 

Cuestión de rapidez y seguridad

Si eres observador, habrás comprobado que la inmensa mayoría de ascensores incorporan en su panel de control un botón con el icono de una campana.

Esta campana es el sistema de comunicación bidireccional mediante el que tu compañía instaladora o de mantenimiento podrá averiguar tu localización y enviar a un técnico para rescatarte.

 

 

Bidireccional implica que este sistema funciona en ambas direcciones, de un extremo a otro. Es decir, desde el usuario a la central de asistencia y desde la central de asistencia al usuario.

Técnicamente, no es un teléfono, pero actúa como si lo fuese, porque la persona atrapada podrá comunicarse de viva voz con el teleoperador correspondiente, utilizando el micrófono y el altavoz integrados en el cuadro de control.

 

Todo en regla

Como ya adelantábamos al principio de este artículo, en la actualidad es imprescindible que todos los ascensores dispongan de este servicio, de lo contrario, no podrán superar con éxito la revisión del Organismo de Control Autorizado (OCA), de carácter obligatorio para todos los elevadores.

Por lo general, los ascensores están provistos hoy día de, lo que podríamos llamar, una batería o fuente de energía propia, que les permite seguir operativos incluso cuando hay interrupciones en la corriente eléctrica del edificio. Gracias a ello el servicio de asistencia sigue estando disponible cuando el ascensor se bloquea a causa de algún corte o fallo en el suministro eléctrico.

 

 

Por último, no debemos olvidar que a través de este servicio también tenemos la posibilidad de reportar, de forma rápida y sencilla, cualquier anomalía o desperfecto que hayamos descubierto en el funcionamiento o en las piezas del propio equipo.

 

Aprendido todo esto, entendemos que el teléfono de emergencia de los ascensores es bastante más útil y necesario de lo que en un principio hubiéramos podido pensar.

 

Ahora que el verano está próximo y se acerca el momento de planear nuestras justas y necesarias vacaciones de verano, te invitamos a leer esta reciente entrada de nuestro blog, dedicada al emblemático ascensor de Santa Justa, en Lisboa.

¿Quieres instalar un ascensor nuevo en tu edificio? ¿Modernizar o reparar el actual? Puedes ponerte en contacto con nosotros por teléfono o correo electrónico. Estaremos encantados de proporcionarte el asesoramiento y las soluciones que más se ajusten a tus necesidades.

¡Nos vemos en el próximo artículo!

No se puede hacer una visita a la capital de nuestros vecinos portugueses y no subir al emblemático ascensor de Santa Justa.

Conocido originalmente como Elevador do Carmo, el ascensor de Santa Justa debe su nombre a la calle en la que está situado y establece un punto de unión entre los barrios lisboetas de la Baixa Pombalina y el Chiado. Siendo aún más precisos, el elevador enlaza el paseo de Santa Justa con la Praza do Carmo, al lado del Museo Arqueológico.

 

¿Qué lo hace tan especial?

Es obra del arquitecto Raoul Mesnier du Ponsard, quien también fue el encargado de diseñar el elevador de Lavra.

Fue abierto al público en julio del año 1902 (¡hasta 3.000 personas se subieron a él en el día de su inauguración!), mide unos 45 metros de alto y su férrea estructura de estilo neogótico recuerda a las de otras grandes construcciones francesas, como la Torre Eiffel.

Durante los primeros años funcionó gracias a un mecanismo a vapor, que en 1907 fue sustituido por un sistema de motores eléctricos. Sus cabinas, que tienen capacidad para transportar en torno a unas 20 personas, están acabadas con un elegante revestimiento de madera.

La desembocadura del río Tajo, el Castillo de San Jorge o la Plaza del Rossio son algunos de los atractivos turísticos de la ciudad que pueden contemplarse desde la terraza mirador a la que da acceso este elevador.

Por su orientación al oeste, el atardecer es, quizás, el momento más recomendable del día para visitarlo, ¡las vistas panorámicas durante la puesta de sol son todo un regalo y harán que la espera en la cola para subir haya merecido la pena!

 

 

¿A pie, en ascensor o en funicular?

Las calles de Lisboa son famosas por sus largas y pronunciadas pendientes, así que estar en buena forma nos será de gran ayuda si queremos recorrer la ciudad a pie. En cualquier caso, es bueno saber que existen en la capital lusitana otros elevadores importantes y de visita obligatoria, como el de Lavra, Bica o Glória. Y pese a que en portugués se les llama «elevadores», son realmente funiculares parecidos a los tranvías, cuya misión no es otra que facilitar el desplazamiento por la ciudad tanto a residentes como a viajeros.

 

El de Santa Justa es, por tanto, el único y verdadero ascensor urbano de Lisboa, convertido hoy en una de las principales atracciones turísticas de la ciudad.

¿Te gustaría visitarlo? ¿Ya lo hiciste? ¿Fue una experiencia de cine? ¡Cuéntanoslo en la sección de comentarios!

Y hablando de cine… En esta entrada de nuestro blog encontrarás una selección de 5 películas protagonizadas por ascensores.

Como siempre, recuerda que en Inapelsa estamos a tu entera disposición. Contacta con nosotros para resolver dudas o solicitar cualquiera de nuestros servicios.